La Plaza Mayor de Madrid

Madrid no sería Madrid sin la Plaza Mayor, situada en el centro histórico de donde parten las calles hacia los barrios más antiguos y pintorescos.

La Plaza Mayor es uno de los grandes estandartes de los Austrias y, sin lugar a dudas, sus 94 x 129 metros de superficie, están llenos de historia, en cualquiera de sus rincones.

Suele ser el punto de partida de multitud de visitas y rutas por el Barrio de los Austrias.

En sus orígenes esta plaza de estilo barroco fue una antigua laguna que se desecó y se encontraba en los arrabales de la ciudad, por lo que se la denominó Plaza del Arrabal (aunque también ha sido nombrada como Plaza Real, Plaza de la Constitución y Plaza de la República), y era donde se inició un mercado que llegó a ser el más popular de la villa en el siglo XV.

Felipe II se traslada a Madrid con la corte y establece la capitalidad en el año 1561 en Madrid, con lo que, alrededor del año 1590 Diego Sillero construye «la Casa de la Panadería«, el edificio principal que albergaba la tahona que abastecía de pan a los vecinos.

En la actualidad está el Punto de Información Turística, y la fachada principal está decorada por unos preciosos frescos cuyo autor es Carlos Franco.

Plaza mayor y estatua de Felipe III

Un grupo de turistas en la Plaza Mayor, junto a la estatua ecuestre de Felipe III

En el año 1617, a la llegada de Felipe III, se encarga al arquitecto Juan Gómez de Mora cerrar la plaza con edificios cuya altura sería de 6 plantas donde se realizarían festejos populares, corridas de toros, beatificaciones de santos (San Isidro labrador), coronaciones, procesiones, carnavales y autos de fe.

Por lo que podemos decir que, la Plaza Mayor fue el punto de encuentro de la alta sociedad. Hoy puedes fijarte en las farolas que están decoradas con diferentes escenas que acontecieron y los planos de transformación de la misma.

Arco de Cuchilleros

Arco de Cuchilleros

Hubo varios incendios que cambiaron su fisionomía, pero el más devastador fue el del año 1790, la construcción llevada a cabo por el arquitecto Juan de Villanueva, quien redujo la altura de los edificios a tres plantas, cerró la plaza en sus esquinas y abrió nueve arcos de acceso, pero el más popular y conocido es el Arco de Cuchilleros que contiene una gran escalinata al bajarla puedes apreciar unas líneas diagonales que marcan la piedra en cada peldaño para que las personas no se resbalasen y cayeran, es decir, era el “antideslizante” de la época.


En total, se puede acceder a la plaza por 9 puertas de acceso y 10 entradas: Arco de Triunfo, Felipe III y 7 de Julio por el Norte; Zaragoza, Gerona y Sal por el Este; Toledo, Cuchilleros y Botoneras por el flanco Sur, y Ciudad Rodrigo por la cara Oeste.


Tiene este nombre tan curioso porque comunica con la calle cuchilleros, donde se concentraban el gremio de cuchilleros de la villa, que abastecían de cuchillos a los carniceros de la Plaza Mayor, donde se encuentra la «Casa de Carnicería».

Este edificio de la cara sur de la plaza (justo frente a la Casa de la Panadería) es un tanto misterioso, ya que se desconocen muchos de sus datos, pero es una construcción de 4 alturas rematada en ático.

A ambos lados se levantan 2 torres angulares, y sus bajos están recorridos por los soportales que vemos en todos los edificios de la plaza, de un color rojizo característico.

Hoy la Casa de la Carnicería (declarada Bien de Interés Cultural), junto con la antigua estación de bomberos, es un hotel de cinco estrellas; el Hotel Pestana.

Estatua de Felipe III

Estatua de Felipe III

Otro punto de encuentro en la plaza es la Estatua de Felipe III: que originalmente estaba en la Casa de Campo y fue encargada a Juan de Bolonia y Pietro Tacca, por el Duque de Florencia.

Habitualmente la Plaza Mayor está abarrotada de gente, sobre todo en la temporada de verano para tomar un café o una bebida por la tarde, o cenar por la noche cuando refresca.

También en navidades se celebra el mercadillo navideño y se decora con casetas que venden la decoración para el árbol de navidad o el belén.

Alrededor de la Plaza puedes comer el típico bocadillo de calamares y también puedes acercarte a la chocolatería San Ginés a tomar un delicioso chocolate con churros.

La mayor parte de los recorridos en bici o segway y paseos a pie tienen incluido este punto destacado en sus visitas, como por ejemplo el las visitas guiadas al Palacio Real, al Museo del Prado o las rutas gastronómicas junto al Mercado de San Miguel.